"Tenemos los problemas típicos de las empresas pequeñas, pocos recursos y muchas ideas"
YBVR es una compañía que comercializa experiencias de vídeo inmersivo en streaming para gafas de realidad virtual. Ofrecen una experiencia completa de video inmersivo de alta calidad y en tiempo real, en la que el usuario podrá vivir una experiencia única y de gran intensidad desde su casa.
Su valor diferencial reside en la calidad del vídeo 8K, en la tecnología inmersiva y el bajo ancho de banda en la transmisión streaming. La startup ofrece una solución al efecto wow inicial del video 360 que hasta entonces provocaba falta de calidad y limitaciones para la transmisión y visualización del mismo, lo cual reduce las posibilidades de popularización de esta tecnología. De esta forma, YBVR pone fin a esta brecha y conecta a los espectadores con un nuevo tipo de contenido.
Entre sus clientes destacan la Real Federación Española de Tenis, el Mutua Open de Madrid o el Open de Australia. Además, han entrado en el mercado japonés con rugby y fútbol, y en EE UU con baloncesto. Desde 2018 es una de las empresas vinculadas a Wayra, y ha cerrado hasta el momento dos rondas seed con un total de 3 millones de USD. En cuanto al sector tecnológico han colaborado con empresas como HTC o Microsoft.
¿Cómo os ha ayudado vuestro pasado laboral a la hora de crear una startup?
El conocimiento de la industria, la mecánica empresarial, el valor de una idea y de un equipo… son cosas que te enseña la experiencia, mucho mejor que un máster.
¿Cómo os introdujisteis en el mundo de la realidad virtual? ¿Qué os atrajo de ella?
Venimos del mundo IPTV e internet y veíamos en la realidad virtual un reto tecnológico y una aventura. Un reto tecnológico porque requiere hacer las cosas de forma diferente, una aventura porque la experiencia inmersiva es un mundo nuevo por descubrir.
¿Cómo ha sido vuestra colaboración con Telefónica y la utilización de su tecnología Edge Computing?
Telefónica ha apostado por nosotros a través de Wayra para explorar las ventajas de unir la flexibilidad innovadora de una startup como nosotros con la potencia de la innovación en infraestructuras, como es la tecnología Edge Computing que ha diseñado Telefónica.
¿Por qué habéis decidido aplicarla a un concierto?
Movistar+, con su programa Sesiones Movistar+, nos ha ofrecido la posibilidad de unir la experiencia televisiva con la realidad virtual. Ponemos al espectador en el centro del plató, que es como ponerle en el centro del entretenimiento.
¿Cómo habéis evolucionado desde los eventos deportivos hasta los de esta experiencia?
Es un paso más del camino. La experiencia de estar en primera fila es análoga en un partido de tenis o en un concierto de rock. La novedad es sentirse rodeado del espectáculo, eso no lo da la televisión.
¿Cuál ha sido la reacción de los usuarios? ¿Cuáles son sus primeras impresiones?
La primera reacción es sorpresa y admiración, por mucho que lo expliques no se lo esperan. Luego empiezan a explorar y buscan lo que les interesa. Entonces nos sorprendemos nosotros, el espectador es imprevisible.
¿En qué otro tipo de contenidos os gustaría ofrecer vuestros servicios?
Hemos hecho mucho deporte: tenis, baloncesto, boxeo… y ahora fútbol. El mundo del deporte ofrece muchas posibilidades. La música nos abre al mundo del escenario, ahí se abre otro frente apasionante. También estamos explorando el mundo de la formación, del turismo, e-sports… el campo de posibilidades es amplísimo.
¿Cómo os adaptáis a cada uno de ellos? ¿Qué hay que tener en cuenta a nivel técnico?
Hay que tener mucha flexibilidad y creatividad, estamos en los albores de un nuevo medio audiovisual y tenemos mucho que aprender sobre cómo contar historias con este medio. A nivel técnico, el principal desafío es conseguir colocar las cámaras en los sitios adecuados y añadir el contenido apropiado para cada experiencia, en deportes serían los marcadores, estadísticas, información de los equipos o jugadores, etc… en la música serán otros diferentes.
¿Qué supone para el sector que seáis los únicos con realidad virtual 8K en directo?
Se marca el camino. De momento, somos los únicos en dar 8K con 60fps, pero en video VR la calidad retina se alcanzará con videos de más de 20K, aún estamos lejos, pero queremos estar en cada momento en lo máximo que permita la tecnología.
¿Cuál es vuestra estrategia de expansión más allá de las fronteras españolas?
Tenemos equipo en España, USA y Australia. Este es un mercado global, no podemos plantearlo de otra manera.
¿Cómo fueron vuestros inicios con respecto a la inversión?
Hace dos años y medio la expectativa de la realidad virtual era más alta que ahora, se pensaba que iba a ir todo más deprisa. Conseguimos inversores que apostaron por nosotros y nos lanzamos a desarrollar el producto. Luego las expectativas se ralentizaron y hubo que adaptarse. Pasamos momentos duros, pero estamos empezando a recoger lo sembrado.
En este sentido contasteis con el apoyo de Enisa, ¿qué os aporta una entidad pública?
Contar con el apoyo de Enisa o CDTI (tenemos un Neotec) supone una garantía, porque estas instituciones son muy rigurosas y recibir su confianza es una comprobación de que el proyecto es sólido y no persigue una entelequia.
¿Cuál es la acogida de un proyecto como este en un país como España?
España es un país muy creativo y hay un montón de iniciativas en torno a la realidad virtual. Eso es bueno. Pero como espectadores tenemos poca cultura de pago por contenidos digitales y eso dificulta los modelos de negocio en torno a la creatividad digital. Eso es un problema. Lo que suele pasar es que creamos dentro, pero vendemos fuera.
¿Qué echáis en falta con respecto a recursos útiles para salir adelante?
Tenemos los problemas típicos de las empresas pequeñas, pocos recursos y muchas ideas. Afortunadamente, no faltan foros, ferias y plataformas que permiten a las startups darse a conocer y publicitar sus productos.
Ahora que ya estáis consolidados, ¿cuáles son vuestros próximos pasos? ¿Qué objetivos tenéis?
Los próximos pasos son mantener el ritmo de proyectos, que nos permitan cumplir el plan de negocio y comprobar que hay tracción de mercado y modelo de negocio. Si conseguimos eso, despegamos.
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