“Hace falta darles a las mujeres la oportunidad de que ejerzan liderazgo en ámbitos como el agroalimentario”
Lara Rodríguez, Project Manager -EIT Food South, tiene una amplia experiencia en la innovación alimentaria y en la gestión de proyectos y desarrollo de productos. Llegó al equipo de EIT Food para liderar programas y actividades colaborativas que transformarán el ecosistema agroalimentario, como Empowering Women in Agrifood (EWA), que se realiza por primer vez en España. La iniciativa busca mujeres con pasión, ideas y respuestas a los retos que el sector agroalimentario tiene que afrontar para la sociedad del siglo XXI.
EIT Food ha abierto esta convocatoria es consciente de los obstáculos que deben superar las mujeres en este entorno y busca revertir las actuales cifras, que demuestran las dificultades para liderar empresas del sector agroalimentario: solo el 28% de las mujeres del sector son gerentes o tienen altas responsabilidades en las explotaciones agrícolas y ganaderas en la Unión Europea.
Las interesadas en inscribirse pueden hacerlo en este formulario hasta el 15 de junio.
Este programa específico para reforzar el liderazgo femenino busca apoyar a mujeres con ideas o con startups en fases iniciales del sector agroalimentario. Apunta especialmente a aquellas zonas rurales con difícil acceso a otros programas de incubación de empresas o formación. EIT Food lo ha puesto en marcha en España y, de forma simultánea, también en otros cuatro países del Sur de Europa: Portugal, República Checa, Rumanía y Turquía.
El programa, que se desarrollará de julio a diciembre y es gratuito, incluye formación online y presencial a medida (los últimos detalles dependerán de la evolución del estado de alarma y las normas de confinamiento). También se ofrecerá ‘mentoring’ por parte de expertas en negocio, agroalimentación y otras emprendedoras de éxito. Incluye tanto a mujeres que tienen una idea que les gustaría materializar como a aquellas que ya han creado su startup y están dando sus primeros pasos. Tanto los talleres como las diferentes acciones están impulsados a su vez por mujeres profesionales.
¿Por qué habéis creado un programa dirigido específicamente a mujeres?
En EIT Food somos conscientes de los obstáculos que deben superar las mujeres en el ámbito agroalimentario. Solamente el 28% de las mujeres del sector son gerentes o tienen altas responsabilidades en las explotaciones agrícolas y ganaderas en la Unión Europea. Necesitamos ofrecer oportunidades a las mujeres, animarlas a que emprendan proyectos y revertir esas cifras que demuestran las dificultades que tienen para liderar empresas. La crisis sanitaria generada con el Covid-19 todavía ha podido agravar aún más la situación, así que hemos decidido reforzar los programas de apoyo a este colectivo.
¿Y por qué a aquellas cuyos proyectos estén en fases iniciales?
EIT Food tiene en su ADN apoyar a personas emprendedoras con proyectos incipientes e innovadores. Necesitamos ideas disruptivas para cambiar el sector agroalimentario, y no queremos que ninguna de ellas se quede en el camino por no haber recibido apoyo. Los proyectos más consolidados tienen otras vías para recibir ayudas o el acompañamiento necesario.
Apuntáis especialmente a zonas rurales, ¿qué implicaciones tiene ser mujer en ese entorno?
Para las mujeres siempre existen dificultades añadidas en el ámbito profesional: la brecha salarial, el desigual reparto de tareas en el hogar, el techo de cristal... Y el sector agroalimentario no es distinto. Esta iniciativa la hemos dirigido, especialmente, a las mujeres de zonas rurales, por supuesto, porque allí también pueden surgir ideas o proyectos susceptibles de emerger y convertirse en negocios viables. Pero no nos cerramos a otras mujeres que, viviendo en un entorno menos rural, también pueden contribuir en nuestro ámbito. No queremos cerrarnos en ese aspecto por cuestiones de procedencia.
¿En qué consistió el programa piloto desarrollado en Vigo en noviembre? ¿Cuáles fueron los resultados?
Aquel fue un proyecto piloto, que organizamos en noviembre del año pasado. Y resultó muy positivo. A través de ponencias de mujeres del mundo del emprendimiento y la participación de expertas en diferentes temáticas (‘branding’, finanzas, innovación…), las asistentes podían aprender y comenzar a transformar su trabajo o acceder a mayores oportunidades. Se trataba de buscar mujeres a quienes interesase el sector agroalimentario y tuvieran un negocio o una idea que quisieran desarrollar. Les dimos la oportunidad de conocer varios casos de éxito y relacionarse con otras mujeres en la misma situación y con expertas. EIT Food centra sus esfuerzos en regiones con niveles bajos de innovación y el Sur de Europa, en particular, es una de las regiones con menor innovación y con menos mujeres al mando en este sector. Aquella experiencia nos sirvió de aprendizaje para poner en marcha este nuevo programa EWA (Empowering Women in Agrifood).
Buscáis a mujeres que tienen difícil acceso a otros programas de incubación o formación, entonces, ¿cómo vais a llegar vosotros a ellas?
Hemos hecho un trabajo de difusión importante. Queremos llegar a todo el público objetivo posible. EIT Food es un proyecto serio, una marca cada vez más reconocida, a pesar de tener aún una trayectoria relativamente corta. Y tiene detrás el respaldo de la Unión Europa y de muchas empresas, universidades, centros tecnológicos... que aportan un enorme conocimiento y una red que sirve de mucha ayuda para este tipo de proyectos novedosos. Buscamos tanto a mujeres que tienen una idea que les gustaría materializar como a aquellas que ya han creado su startup y están dando sus primeros pasos.
¿Qué circunstancias les impiden de forma habitual disfrutar de esos programas y cómo saltáis vosotros esas barreras?
Muchos de esos programas son presenciales y de intensa dedicación, lo que les impide seguir desarrollando su actividad laboral en paralelo. En EIT Food ofrecemos un programa online para que las mujeres puedan desarrollar sus proyectos a medida que vayan avanzando en su formación y en su idioma local para evitar cualquier tipo de barrera lingüística, además de facilitar la conciliación.
Una barrera muy obvia es la falta de una red de apoyo, a través de la cual puedan sentirse acompañadas de otras emprendedoras que están viviendo circunstancias similares. Por eso, las emprendedoras estarán conectadas entre ellas y con sus mentoras a través de la plataforma virtual de EWA, que les permitirá no solo recibir diferentes módulos formativos de creación de empresa en el sector, sino también poder inspirarse y fortalecerse entre ellas.
¿Cuáles son las características específicas de España en el sector emprendedor, femenino, y en el sector agroalimentario?
En España la brecha salarial entre hombres y mujeres en las cooperativas agroalimentarias llega hasta el 14%. Las causas son muchas y de diversa índole, aunque fundamentalmente se ha comprobado que el sector agroalimentario y más en el mundo rural, ha sido un eje de economía eminentemente tradicional, en que los estereotipos y roles de género han sido ampliamente aceptados. Además, aunque las mujeres son el 51% de la población española, solo 1 de cada 5 emprendedores en España son mujeres, según el Mapa del Emprendimiento del South Summit-Spain Startup. Por si esto fuera poco, la OCDE también alerta de que las startups fundadas íntegramente por hombres tienen un 10% más de probabilidad de recibir financiación frente a las que incluyen al menos a una mujer. Está claro que hay un problema y nosotros queremos hacerle frente.
Habéis puesto el programa en marcha también en Portugal, República Checa, Rumanía y Turquía, ¿cómo queréis unir a las mujeres de todas las regiones?
Los programas que se lanzan desde EIT Food tienen siempre ese espíritu colaborativo entre diferentes países, que interactúen y se puedan compartir experiencias diversas. Nuestra organización ejerce de aglutinador de todas ellas. Es interesante ver las redes que se crean, sobre todo en el ámbito del emprendimiento.
¿Cómo les ha afectado el COVID-19?
Durante esta crisis sanitaria se está demostrando que el sector agroalimentario, aunque muchas veces pasa desapercibido, en un segundo plano, es clave en nuestro día a día. Para todos. Por eso, afortunadamente, no ha podido parar en estas últimas semanas. Pero más allá de este problema puntual, del que esperemos ir saliendo poco a poco, el sector agroalimentario tiene por delante unos retos enormes. La población mundial sigue creciendo sin cesar, con unas evidentes necesidades en un planeta del que hemos exprimido sus recursos. Tenemos que adaptarnos y mitigar el cambio climático... Y en todo esto, el sector agroalimentario es fundamental.
¿Y a vosotros y vuestros programas? ¿Cómo afrontáis la situación?
Como ha ocurrido en todas las organizaciones, las actividades que requerían presencia física se han pospuesto o adaptado a formatos online. Y en EIT Food se emplean mucho los seminarios, jornadas, encuentros profesionales, etc. Nos hemos adaptado a la nueva situación, para poner en marcha nuevos programas que entendemos eran necesarios ante esta crisis. Hemos lanzado una iniciativa para entregar menús infantiles a menores de familias con pocos recursos (y con un componente educativo e incidiendo en los hábitos alimenticios saludables). También estamos con una convocatoria de apoyo a startups y pymes del sector muy potente, que les puede ayudar en estos momentos difíciles.
Las seleccionadas contarán con formación y mentoring, ¿por parte de quiénes? ¿Cómo se materializa dicha formación y en qué está enfocada?
Este programa, que hemos llamado EWA (Empowering Women in Agrifood), se desarrollará de julio a diciembre y es gratuito. La formación será online y presencial a medida, aunque todo dependerá de cómo evolucione la desescalada del confinamiento. Quienes se presenten podrán apoyarse en otras mujeres expertas, con experiencia en el sector y en sacar adelante este tipo de proyectos. Además, contarán con una mentora que les aconseje de manera personalizada.
¿Por qué habéis decidido incluir también premios económicos?
Puede suponer un incentivo importante, y sobre todo en proyectos que todavía no están del todo maduros y necesitan apoyo. Habrá premios de hasta 10.000 euros, y también acceso a financiación a través de otros programas de EIT Food.
Otro de vuestros objetivos es crear una comunidad de emprendedoras y mentoras, ¿qué hace falta para que el liderazgo femenino sea más visible en ámbitos como el agroalimentario?
En primer lugar, hace falta darles a las mujeres la oportunidad de que ejerzan ese liderazgo. A partir de ahí, ellas están demostrando que tienen la preparación necesaria y también inquietudes por aportar nuevas ideas. En estas fases, es importante poner en común experiencias. En EIT Food ofrecemos la posibilidad de integrarse en una red de más de 100 emprendedoras y mentoras del sector, además del acceso a contactos de diversos ámbitos, como el de la inversión, el tecnológico, el empresarial u otros contactos de la red de nuestro consorcio europeo. Con esas bases, es más fácil que aflore el liderazgo femenino.
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